Los trabajadores y autónomos debaten sobre la jornada laboral del futuro. Y es que vivimos en una época de profundas transformaciones en el ámbito laboral. Algo que venía de lejos, sobre todo a raíz de la explosión del mundo digital, pero que la pandemia puso de manifiesto más que nunca.
Los conceptos de la jornada laboral del futuro
Teletrabajo, jornada flexible, trabajo híbrido, semana laboral de cuatro días, automatización… Los conceptos vinculados al empleo del futuro no dejan de resonar en sociedades de todo el mundo, que buscan cómo adaptar los puestos de trabajo a nuevas realidades auspiciadas por la tecnología, el cambio demográfico y las particularidades de las nuevas generaciones.
En ‘Emprender siendo extranjero’ vamos a hacer un repaso de cada uno de ellos para que los autónomos puedan prepararse ante la jornada laboral del futuro.
Teletrabajo
El teletrabajo es, probablemente, el concepto más conocido para los autónomos, especialmente para los nómadas digitales. Se basa en la ausencia de un lugar de trabajo físico concreto, como son las tradicionales oficinas, que quedan sustituidas o bien por el propio domicilio del empleado o bien por espacios de coworking o incluso cafeterías, hoteles o una playa, si es preciso. Y es que el teletrabajador tan solo necesita un ordenador y conexión a Internet para realizar su trabajo.
Algo que, en la práctica, aplicaría a casi la totalidad de los empleados de oficina. La diferencia radica en que las empresas, y sobre todo sus responsables, se han mostrado reticentes a permitir a sus empleados teletrabajar, escudándose en los supuestos beneficios que tendría el trabajo presencial para la productividad, engagement y fomento de las relaciones entre empleados. No se ha podido demostrar que esto sea cierto, ya que, de hecho, algunos estudios vinculan el teletrabajo con una mayor productividad y felicidad del empleado.
Trabajo híbrido
Es, por decirlo de alguna manera, un ‘teletrabajo light’, y se basa en combinar trabajo en remoto con presencialidad en la oficina. Algunas empresas han optado por este modelo, que permite explorar el potencial del trabajo en remoto y de la relación física de los empleados. Parece un modelo exitoso en general, especialmente si se ofrece la suficiente flexibilidad al empleado como para elegir qué días quiere teletrabajar o desde dónde hacerlo. Para las empresas, es un incentivo que atrae y retiene a los más jóvenes, y que ofrece una herramienta muy potente, valiosa y casi gratuita para conciliar, por lo que puede beneficiar a colectivos tradicionalmente penalizados por querer impulsar también su vida personal, como son las mujeres.
Horario flexible
A diferencia de los rígidos paradigmas del pasado, donde la empresa establecía las horas de entrada y de salida y se controlaba el horario de forma férrea, el horario flexible no anula la jornada laboral medida en horas, pero permite al empleado distribuirla según sus necesidades. Así, algunas empresas ofrecen flexibilidad en la entrada, con un margen de horas dentro del cual cada empleado elige cuándo entrar.
Otras, por el contrario, ofrecen flexibilidad total incluso para hacer más o menos horas en un mismo día, a condición de que el total semanal o mensual se respete. Los autónomos no suelen acogerse a este tipo de modelos, dado que su trabajo no siempre está estrictamente tasado en horas distribuidas en un horario concreto. Aunque sí disfrutan de la capacidad de establecer por sí mismos qué horario quieren realizar cada día, y qué días de la semana trabajar o descansar, si sus actividades se lo permiten.
Semana laboral de cuatro días
Es la última gran batalla del mundo laboral, y consiste en reducir los días laborables a cuatro, en lugar de los tradicionales cinco. El debate está servido, ya que las empresas, por lo general, se están negando a reconocer este nuevo derecho, amparándose en la pérdida de productividad que dicen que supondrá. Los sindicatos y empleados, por el contrario, aseguran que la carga horaria será la misma, pero distribuida en cuatro días en lugar de hacerlo en cinco, de manera que se trabajará más horas cuatro días a la semana a cambio de descansar un tercer día. Aducen que esto beneficiará también al consumo, al desbloquear un día más de ‘fin de semana’, y a la conciliación, aunque esto último no está del todo claro si en los días laborales las jornadas se extienden a 10 horas.
No obstante, algunos planteamientos abogan por recortar el total de horas trabajadas durante la semana y no recuperar esas horas eliminadas del quinto día. Algo que gusta aún menos a las empresas, sobre todo si conlleva respetar el sueldo.
¿Cómo será la jornada laboral del futuro?
El debate está servido, pero determinadas voces nos pueden ayudar a entender hacia dónde va el mundo laboral. La última es la de Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn, quien cree que la automatización que ofrecerá la inteligencia artificial en el mundo laboral producirá profundos cambios en las empresas. De hecho, vaticina que en apenas diez años, la mitad de los estadounidenses teletrabajará. Además, la automatización permitirá flexibilizar los horarios y ofrecerá a los empleados una renovada capacidad de convertirse en perfiles multidisciplinares, y no estrictamente especializados en algo concreto.
Sin embargo, la previsión más llamativa es la que apunta a que, para 2034, la jornada laboral de 9:00 a 17:00 horas será cosa del pasado: no habrá una jornada tasada como ahora, sino un nuevo ecosistema laboral líquido, flexible, remoto y con altísimas cargas de tecnología y automatización, dejando la labor humana únicamente en aquellas áreas de su estricta necesidad y, por supuesto, como supervisor de las tecnologías que harán parte del trabajo por nosotros.
¿Crees que este futuro laboral es realmente el futuro?
