Los trabajadores por cuenta propia, una vez están ya establecidos, se enfrentan a la gran pregunta. ¿Es mejor ser autónomo o sociedad limitada? Las preguntas complejas no tienen respuestas simples. Pero podemos explicarte las ventajas y desventajas de cada modelo para ayudarte a decidir.
Ser autónomo o sociedad limitada es una de las decisiones más difíciles a las que se enfrentan los emprendedores cuando su negocio ya goza de beneficios. En algunas ocasiones, tendrá más ventajas seguir cotizando en el Régimen Especial de los Trabajadores Autónomos. Pero, en otras ocasiones, constituirse como una empresa será la mejor opción.
Aunque no existe una fórmula mágica y decantarse por uno u otro modelo depende de muchos parámetros, sí que hay que tener en cuenta algunos puntos antes de tomar una decisión.
Ventajas y desventajas de ser autónomo
Cuando uno decide establecerse como trabajador por cuenta propia, lo normal es empezar a trabajar como trabajador autónomo. Es el paso natural, pues es una fórmula muy sencilla y rápida. En apenas unos minutos cualquier persona puede darse de alta como autónomo y empezar a trabajar.
Adicionalmente, el régimen impositivo de los autónomos es progresivo, empezando en una cuota del 19% y avanzando hasta el 47%, en función de los ingresos obtenidos.
Los trámites de gestión para un autónomo son, también, más baratos que para una empresa.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Los trabajadores autónomos tienen responsabilidad ilimitada ante las deudas y deudores. Eso significa que, en el caso de impagos, pueden llegar a responder con todo su patrimonio. Además, para un autónomo es mucho más difícil crecer, ya que hay menos opciones para conseguir financiación. En muchas ocasiones, además, presentarse como autónomo da una imagen de precariedad y de encontrarse en una etapa inicial del negocio que puede brindar una mala imagen.
Ventajas y desventajas de una sociedad limitada
Por su parte, al decidir entre autónomo o sociedad limitada, esta última cuenta con algunas ventajas.
La principal ventaja de una sociedad limitada es, como su propio nombre indica, la responsabilidad. En este caso, el administrador de la sociedad no será responsable con sus bienes de las deudas de la empresa. El empresario resguarda su patrimonio personal.
Las empresas cotizan a través del Impuesto de Sociedades, correspondiente a un 25% de los beneficios. Por eso, cuando el tramo de cotización de autónomos se acerca a este porcentaje, conviene dar el salto a la empresa.
Las empresas tienen mucha más facilidad para acceder a créditos y subvenciones, por lo que las opciones de crecer se multiplican.
Como puntos negativos, constituir una sociedad limitada, ya sea unipersonal (SLU) o emprendedor de responsabilidad limitada (ERL), es un proceso algo más tedioso y costoso.
Para constituir una empresa hay que aportar un capital mínimo necesario. A día de hoy ese capital es de tan sólo 1 euro. Pero hasta hace no mucho era un depósito de 3000. Y, aunque se puede disponer del dinero inmediatamente después de depositarlo, hay que contar con ese capital inicial.
Posteriormente, el nuevo empresario tendrá que acudir a una notaría para constituir legalmente la sociedad, por lo que se siguen incrementando los costes asociados.
¿Autónomo o sociedad limitada? ¿Por dónde empezar?
No existe un momento exacto en la vida de todo emprendedor en el que sea mejor ser autónomo o sociedad limitada. Como hemos comentado antes, dependerá de muchos factores a tener en cuenta.
El camino habitual es comenzar a trabajar como autónomo por la rapidez a la hora de constituir este modelo frente a la empresa. Sin embargo, cuando el volumen de negocio es más grande, conviene crear una sociedad limitada para canalizar los ingresos y gastos.
No todo el mundo tiene por qué conocer qué ventajas e inconvenientes presenta cada modelo. Para eso existen los especialistas.
En Emprender Siendo Extranjero llevamos años ayudando a emprendedores y empresarios a tomar las mejores decisiones para que su negocio crezca de la mejor manera posible.
Si eres un trabajador por cuenta propia que considera que puede ser el momento de cambiar de modelo, contacta con nosotros. Un miembro de nuestro equipo con experiencia suficiente analizará tu situación y, en función del momento en el que se encuentre tu negocio, te ayudará a decidirte entre seguir como autónomo o establecerte como sociedad limitada.
Aunque la responsabilidad de una empresa sí es limitada, el potencial de tu negocio es ilimitado. Aprovéchate de la situación.