Los trabajadores por cuenta propia se enfrentan a multitud de dificultades en su día a día. Gestionar tu cartera de clientes siendo autónomo es una de ellas, pero se puede mejorar mucho con unos simples consejos.
Gestionar tu cartera de clientes siendo autónomo es una de las actividades que más beneficios puede reportarte a largo plazo. Una cartera de clientes no es más que una base de datos, bien organizada, donde se lleva un registro de contactos, compras y cualquier otra información relevante para tu negocio.
En este registro puedes incorporar información útil para conocer mejor a tu cliente y ofrecerle los servicios que mejor encajan con él. Así, te puedes convertir en un proveedor clave que personaliza el trabajo según las necesidades de cada uno.
Ventajas si eres autónomo
Dedicar un pequeño esfuerzo a crear esta base de datos te aportará una gran satisfacción. Al conocer las necesidades y gustos de los clientes, puedes estrechar la relación con ellos. También ahorrarás tiempo, ya que tendrás, en un mismo lugar, toda la información relevante de cada uno de tus clientes.
Y, si quieres llevarlo un paso más allá, también puede servir para buscar nuevas oportunidades de negocio.
Gestionar tu cartera de clientes siendo autónomo tiene la ventaja de que tú decides qué información quieres almacenar. Por eso, no des nada por supuesto y, cuanta más información almacenes, mejor. Recuerda que en los detalles es donde se encuentra el factor diferencial y, si conoces a tu cliente mejor que la competencia, tienes mucho ganado.
¿Cómo gestionar una cartera de clientes?
Todas las empresas, sean grandes o pequeñas, generalmente tienen un registro de sus clientes. Siendo un trabajador por cuenta propia esta labor la tendrás que hacer tú mismo. Por eso, es mejor mantener siempre actualizada la base de datos para no verte en la necesidad de invertir gran cantidad de tiempo en este proceso.
Cada vez que comiences a trabajar con un nuevo cliente, dedica un pequeño rato a crear una nueva entrada en tu base de datos. Del mismo modo, cuando recibas alguna información relevante de un actual cliente, introdúcelo en tu registro.
Ordena los registros por alguna magnitud que pueda resultarte útil. Por ejemplo, puedes organizar la cartera de clientes en función del perfil del cliente, del sector en el que trabaja o del volumen de negocio que maneja. Procediendo de esta manera te será mucho más sencillo segmentar tus campañas de marketing para ofrecer tus servicios.
Es importante que el cliente note que siempre estás ahí. Sin caer en la pesadez o en la repetitividad, es conveniente mantener un contacto frecuente con los clientes que tengas en tu cartera.
Los clientes que mantienen y que hacen crecer un negocio son los clientes habituales y recurrentes. Por eso, como autónomo tendrás que dedicar un gran esfuerzo a fidelizar. Una buena forma de conseguir clientes fieles es ofreciendo promociones y descuentos exclusivos.
No quiere decir que no puedas lanzar ofertas para captar nuevos clientes, pero tus clientes habituales deben notar que tienen un trato preferente con respecto a los nuevos.
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