En 2023, más de 240.000 extranjeros residentes en España obtuvieron la nacionalidad española, un 32 % más que el año anterior. Gana popularidad obtener la nacionalidad española, pero ¿para qué sirve si ya se tiene permiso de trabajo y residencia?
Las cifras
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado los últimos datos sobre extranjería en España, donde se refleja que, en 2023, un total de 240.208 extranjeros residentes en el país adquirieron la nacionalidad. Esto supone un crecimiento del 32 % en comparación con los datos de 2022, si bien se desconocen las causas específicas de este crecimiento.
Sí se sabe, por ejemplo, que la nacionalidad de origen más habitual es Marruecos, seguida de Venezuela y Colombia. La lista de los países de origen la completan Ecuador, Honduras, República Dominicana, Cuba, Bolivia, Perú y Argentina, lo que evidencia que Latinoamérica sigue siendo, de lejos, la región de la que procede la mayor parte de los extranjeros que solicitan la nacionalidad española.
El INE también destaca que la mayoría de las personas solicitantes son mujeres (casi el 55 %) de entre 30 y 39 años, con un segundo grupo más numeroso entre los 40 y 49 años.
Se trata, mayoritariamente, de personas jóvenes en edad laboral que buscan establecerse definitivamente en España tras varios años residiendo y trabajando en el país. No en vano, las cifras indican que la mayor parte de los extranjeros solicitantes de la nacionalidad española llevan alrededor de 5 años en España, lo que sitúa como grupo mayoritario el de los extranjeros que viven en España.
Cataluña y Madrid, donde más extranjeros buscan obtener la nacionalidad española
El informe del INE destaca que son Cataluña y la Comunidad de Madrid las regiones en las que más extranjeros solicitan obtener la nacionalidad española, con una diferencia de unas 10.000 personas entre ellas (60.846 en Cataluña frente a 50.049 en Madrid).
Por qué pedir la nacionalidad española
Salvo los extranjeros comunitarios de un país de la Unión Europea, donde en realidad no es necesario pedir ningún permiso de trabajo o residencia para establecerse en España, el resto de personas deberán regularizar su situación antes de encontrar un trabajo en España o incluso quedarse a vivir si así lo desean.
En este sentido, el mínimo nivel que existe en España es la ‘residencia’. Se trata de un permiso temporal para vivir en España, por un periodo de entre 1 y 5 años, aunque también hay permisos de larga duración e incluso permanentes.
Qué es la residencia española
La residencia concede el derecho a vivir en España, pero sin que ello suponga adquirir derechos reservados a los nacionales españoles, como derechos políticos o pasaporte español.
Además, la residencia puede ir o no acompañada de un permiso de trabajo, en cuyo caso solo sería válido para España y no para el resto de países de la Unión Europea.
Sin embargo, la persona con permiso de residencia y de trabajo sí adquirirá derechos de cara a futuras prestaciones públicas, dado que estará cotizando y pagando impuestos en el país. Y la residencia contribuye a sumar puntos para, en el futuro, adquirir la ciudadanía e incluso la nacionalidad.
Al respecto, la ciudadanía es un nivel intermedio entre residencia y nacionalidad.
¿Por qué pedir la ciudadanía española?
En términos generales, la ciudadanía no es muy diferente de la nacionalidad, dado que otorga derechos políticos y pleno derecho a residir y trabajar en el país en igualdad de condiciones que los nacionales. La diferencia entre ciudadanía y nacionalidad radica en cuestiones muy sutiles, hasta el punto de que no se puede obtener la ciudadanía sin haber conseguido antes la nacionalidad.
Podríamos definir la ciudadanía como la capacidad de participar plenamente en la vida política, social y económica del país. Y no tiene tanto que ver con permisos de residencia o de trabajo, ni con la nacionalidad. De hecho, un español menor de 18 años en realidad no tiene la ciudadanía, dado que, entre otras cosas, no puede votar en unas elecciones.
Así pues, para pedir la ciudadanía española será necesario tener la nacionalidad, en cuyo caso se obtiene, además de todos los derechos ya mencionados, el pasaporte y DNI. Es decir: esa persona pasará a ser española de pleno derecho, con las obligaciones y derechos que ello supone. Y podrá mantener su nacionalidad de origen si entre España y su país de nacimiento hay un convenio que así lo regule para permitirlo. Son los casos de doble nacionalidad.
Como ves, hay muchas opciones para obtener la nacionalidad española y algunas fases a las que atender para que se trate de un proceso exitoso que permita a cada persona cumplir sus sueños y objetivos vitales.
