Los trabajadores autónomos también tienen que cotizar sobre una base reguladora. Igual que los empleados por cuenta ajena. Pero existen muchas preguntas sobre la base reguladora de los autónomos, de manera que vamos a tratar de despejarlas.
Para empezar, la base reguladora es una cuantía que sirve para calcular las prestaciones contributivas a las que tendrá derecho una persona. Esta cantidad la utiliza la Seguridad Social para ello, y se obtiene al calcular la base de cotización del trabajador (es decir, la cantidad por la cual ha cotizado) dividida por el número de meses que se toman como referencia para valorar el acceso a la prestación.
Por lo general, la base reguladora no es lo mismo que la base de cotización. Sobre todo porque muchos trabajadores habrán cotizado sobre diferentes bases de cotización a lo largo del periodo de referencia. Como algunas serán mayores que otras, no se puede aplicar el mismo baremo a una suma total, sino que debe realizarse un cálculo más complejo, del que después se obtiene ese porcentaje que constituye la base reguladora.
Cómo se calcula la base reguladora de los autónomos
Los trabajadores por cuenta ajena dependen de una nómina, y de su cuantía dependen tanto la base de cotización como la propia base reguladora. Pero en los trabajadores autónomos las oscilaciones de ingresos muchas veces obligan a hacer cambios en la base de cotización, en función de si tiene mayores o menores ingresos.
Los autónomos pueden cambiar su base de cotización cuatro veces en el periodo de un año. El mínimo en 2022 es de 960,60 euros, mientras que el máximo está fijado en 4.139,40 euros.
Sin embargo, gran parte de los autónomos en España cotizan por el mínimo, pues de ello depende también el pago de la cuota de autónomos: a mayor cantidad sobre la que se cotiza, mayor cuota de autónomos habrá que pagar. Por eso, muchos autónomos cotizan por el mínimo, algo que les perjudica a largo plazo, sobre todo cuando vayan a cobrar su futura pensión: al haber cotizado sobre bases más bajas, la cuantía de la pensión del autónomo será también menor que la de un empleado por cuenta ajena que ha cotizado con bases más altas.
A qué prestaciones tiene derecho un trabajador autónomo
Para evitar estos problemas, el Gobierno ha puesto en marcha un nuevo sistema de cuotas de autónomos en España para que se cotice en función de los ingresos reales. De este modo, quienes más dinero facturan pagarán más, pero también podrán recibir más en el futuro. Por el contrario, la idea es que quienes menos ingresos tengan, también paguen menos. Aunque ya hemos visto que los autónomos que facturen poco dinero lo seguirán teniendo complicado.
En cualquier caso, el pago de estas cuotas permite que el autónomo pueda acceder a determinadas prestaciones, incluyendo la de desempleo (el llamado ‘paro de autónomos’, también de reciente creación -pues, hasta hace poco, los autónomos no tenían derecho a cobrar el paro-).
Ahora, los autónomos pueden cobrar una prestación de baja por maternidad, una paga por cese de actividad y, por supuesto, una pensión por jubilación. En este último caso, se calcula sobre los ingresos de los últimos 300 meses cotizados (25 años), exactamente igual que para los trabajadores por cuenta ajena.
En resumen: los autónomos tienen derecho a prestaciones cada vez más similares a las que tienen los trabajadores por cuenta ajena. Y ya hemos aprendido qué es la base reguladora y para qué sirve la base de cotización.