Presentar tus impuestos como autónomo de forma correcta es una de las principales responsabilidades –y a menudo uno de los mayores quebraderos de cabeza– que tienes cuando comienzas a trabajar por cuenta propia. Más allá de la obligación legal, cumplir de forma rigurosa con tus obligaciones fiscales te evita sanciones, intereses y problemas administrativos que pueden perjudicar la salud de tu negocio. A continuación, repasamos los puntos clave que todo autónomo debe conocer a la perfección para gestionar sus impuestos de forma eficiente y ordenada.
Conoce los modelos a presentar
Uno de los primeros pasos al presentar tus impuestos como autónomo es familiarizarte con los principales modelos existentes. Estos modelos son diferentes dependiendo de tu actividad. Los más habituales son:
- Modelo 130: pago fraccionado del IRPF. Si tributas por estimación directa y más del 70% de tus ingresos no están sujetos a retención, tendrás que presentar este modelo trimestralmente.
- Modelo 303: declaración trimestral del IVA. Con este modelo liquidarás la diferencia entre el IVA repercutido a tus clientes y el soportado en tus compras y gastos.
- Modelo 390: resumen anual del IVA, que recopila toda la información presentada a lo largo del año relativa a este impuesto.
- Modelo 100: declaración anual de la Renta. Se trata de un modelo que tendrás que presentar, de manera general, tanto si eres autónomo como asalariado.
Es fundamental que sepas cuáles aplican en tu caso según tu actividad y el régimen en que te encuentres.
Mantén tu facturación al día
Para disponer de una contabilidad ordenada, es imprescindible que realices la correcta emisión y registro de facturas. Todas tus facturas deberán cumplir con los requisitos legales, entre los que se encuentran número correlativo, fecha, datos fiscales tuyos y del cliente, descripción detallada del servicio o producto, base imponible, tipo de IVA aplicado y retenciones, si aplican.
Recuerda que también tienes la obligación de conservar las facturas emitidas y recibidas durante al menos cuatro años por si se te requieren para una inspección. Llevar un control riguroso te facilitará enormemente las liquidaciones trimestrales y la preparación de la declaración anual.
Diferencia gastos deducibles de los que no lo son
Uno de los errores más frecuentes entre autónomos es tratar de deducir gastos que no están directamente relacionados con la actividad económica. La Agencia Tributaria es muy estricta en este aspecto, por lo que conviene tener claro qué gastos puedes deducir si no quieres enfrentarte a una cuantiosa sanción:
- Material necesario para el desarrollo de tu actividad.
- Alquiler de oficina.
- Suministros y servicios (electricidad, telefonía, internet).
- Vehículos y gastos relacionados, siempre que su uso profesional esté debidamente justificado y relacionado con la actividad profesional.
- Seguros, cuotas de autónomo y gastos financieros.
- Formación relacionada con tu actividad.
Para poder deducirlos, es imprescindible que dispongas de factura y que el pago quede reflejado.
Lleva tus libros contables actualizados y ahorra para los impuestos
Si tributas por estimación directa, la ley te obliga a llevar los libros de ingresos y ventas y de gastos y compras. Además, si estás obligado a declarar IVA, tendrás que llevar un libro registro específico de facturas emitidas y recibidas.
Aunque hoy en día existen múltiples programas informáticos y asesorías online que automatizan este proceso, es recomendable revisarlos periódicamente para asegurarte de que la información es correcta y completa.
Como autónomo vas a tener que realizar muchas tareas que no están directamente relacionadas con tu actividad profesional. Muchos trabajadores por cuenta propia no tienen en cuenta la carga fiscal a la que se tienen que enfrentar y pueden llegar a situaciones en las que no dispongan de liquidez. Para no quedarte sin dinero cuando tengas que presentar tus impuestos como autónomo, se recomienda apartar al menos un 20-25% de tus ingresos brutos para cubrir IRPF y las liquidaciones de IVA. De esta forma, evitarás sorpresas desagradables y ganarás tranquilidad financiera.
Cumple con los plazos establecidos para presentar tus impuestos como autónomo
Las declaraciones trimestrales se presentan en abril, julio, octubre y enero. Presentar estas declaraciones fuera de plazo conlleva sanciones e intereses de demora que es mejor evitar. Anota en tu calendario las fechas clave y activa recordatorios con antelación. Es una pena que, por un error de calendario, termines pagando más de la cuenta. La puntualidad a la hora de presentar tus impuestos como autónomo es una de las mejores formas de evitar problemas con Hacienda.
Busca asesoramiento si lo necesitas
Si tienes dudas o si tu actividad es compleja o con particularidades, como facturar en el extranjero o contar con empleados, contar con un asesor fiscal puede ahorrarte mucho tiempo y dinero. Un profesional especializado te ayudará a optimizar deducciones, cumplir con todas tus obligaciones y evitar errores que puedan derivar en sanciones.
En Emprender Siendo Extranjero contamos con un grupo de expertos que conocen a la perfección todos los trámites administrativos relacionados con la tributación de trabajadores autónomos y pequeños empresarios. Contacta con nosotros sin compromiso y cuéntanos qué te preocupa.